Numerosos estudios constatan una disminución importante en la calidad del esperma a nivel mundial. Según conclusiones de la investigación del “British Medical Journal” muestran que la cantidad media de espermatozoides ha descendido un 45% en los últimos 50 años.
En el caso de España, estudios realizados en más de sesenta centro de reproducción asistida, han concluido que casi el 60% de los jóvenes españoles tienen una baja calidad de esperma, según los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por comunidades: Valencia, Catalunya y Euskadi son las regiones que peor calidad presentan, mientras que Galicia, concretamente A Coruña, sería la que mayor calidad espermática tiene.
Existen múltiples factores que explican la baja calidad espermática:
- Factores endocrinos.
- Factores testiculares (varicocele, trauma, criptorquidia)
- Factores post-testiculares: obstrucción de los conductos deferentes, impotencia, infección, eyaculación retrógrada, etc.
- Factores espermáticos : concentración, motilidad y calidad.
- Otros.
De todos estos factores los disruptores o perturbadores endocrinos, que alteran las hormonas masculinas y producen anomalías en la capacidad reproductora, son considerados la causa más importante del aumento de la infertilidad masculina en los últimos 20 años.
Existen numerosas sustancias químicas de uso habitual en la industria, la agricultura, en los hogares que funcionan como potentes disruptores metabólicos. Un ejemplo muy común en nuestras vidas es el bisfenol A, químico que daña el esperma y que está presente en latas de conserva, botes de refrescos, ventanas o hilos dentales. Aunque no sea como materia que los compone si suele aparecer como residuo derivado de su fabricación.
Otros potentes disruptores endocrinos son el uso recurrente de pesticidas, herbicidas y fungicidas tanto en lugares públicos (jardines, parques… como en la agricultura.
Medidas para mejorar la calidad y cantidad espermática
Existen diferentes acciones que pueden realizarse para mejorar la calidad espermática, principalmente sería el llevar unos hábitos de vida saludable consistentes en:
- Cuidar la alimentación
Con una dieta rica en antioxidantes (aceites vegetales, futos sexos, cereales integrales, frutas especialmente frutos rojos o verduras). También evitar las grasas “trans”, reducir el consumo de carne roja y aumentar el de legumbres.
Incorporar acido fólico a la dieta (legumbres, levadura de cerveza, vegetales de hoja verde, frutos secos), ingerir suficiente zinc (ostras, germen de trigo, semillas de sésamo…) o incrementar el calcio (semillas de sésamo, queso, algarroba, tofu…) y la vitamina D (pescado azul, huevo, mantequilla, exposición al sol, etc.)
- Practicar deporte de forma moderada.
- Eliminar o disminuir el consumo de tabaco y alcohol.
- Evitar el estrésActividad sexual frecuente que renueva los espermatozoides.