El objetivo principal del cultivo de embriones es conseguir embriones que tengan la capacidad de implantación en el útero para desarrollarse de forma correcta y tenga como fin el nacimiento de una niña o niño sano.
El cultivo de embriones es una de las fases más importantes de un tratamiento de fecundación in Vitro, se realiza unos días después de realizar la punción ovárica, los ovocitos fertilizados que evolucionan a embrión son cultivados en el laboratorio, ya que la calidad de los embriones depende de la calidad e los gametos.
El éxito de la fecundación in Vitro está relacionado la calidad de los embriones y por ello son cultivados en incubadoras especiales para mantener las condiciones óptimas.
El embrión está estrictamente controlado y a diario se evalúa la progresión para clasificarlo y realizar la elección de los embriones a transferir.
Cuanto mayor sea el desarrollo del embrión más posibilidades tendrá de ser implantado en la mujer. Se recomienda transferir un único embrión para evitar las dificultades que pueden ir asociadas a un embarazo múltiple.
El tipo de cultivo embrionario se distingue entre:
- Cultivo corto: se extiende hasta el día 2 o 3 de desarrollo
- Cultivo largo: alcanzan hasta el estadio de blastocisto. Blastocisto es el estadio que alcanza el embrión después de incubarlo durante 5/6 días.
Los embriones pueden ser analizados antes de su transferencia, por medio del Diagnóstico Genético Preimplantacional, para buscar posibles anomalías. Además, se clasifican según su morfología para determinar cuáles tienen mayores probabilidades de resultar en un embarazo exitoso.
El cultivo se mantiene hasta que el embrión es introducido en el útero de la mujer, el resto de embriones pueden ser congelados para utilizarlos en un futuro.
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