Una fecundación in Vitro es un tratamiento de reproducción asistida en el que se unen el óvulo de la mujer y el espermatozoide del hombre en un laboratorio, una vez que son fecundados son implantados en el útero materno para lograr el embarazo. La finalidad de la FIV es aumentar las posibilidades de embarazo.
Cuando una mujer se somete una FIV y tiene un resultad negativo, no debe desmoralizarse porque es algo más normal de lo creen las parejas que acuden a una clínica de reproducción asistida, a lo mejor hay que preocuparse un poco si existen fallos de implantación cuando hay varias transferencias de embriones que son de buena calidad, en este caso ya habría que pensar otro tipo de estrategias.
Cuando se tiene una FIV negativa hay que realizar un estudio más personalizado para conocer la causa que no ha llevado al éxito el tratamiento, para lograr el embarazo en el nuevo intento.
No debe darte bajón porque con frecuencia es necesario realizar otro intento para conseguir la gestación.
Causas por las que puede fallar una FIV
- Baja calidad de los óvulos
- Baja calidad de los espermatozoides
- Malformaciones en el útero
- Edad de la mujer avanzada
- Hábitos no saludables como drogas y alcohol
- Calidad de los embriones baja
- El endometrio no ha sido receptivo
- El momento de la transferencia embrionaria no es el adecuado
- Patologías inmunológicas
- Es importante cuidarte tanto física como emocionalmente tras una FIV negativa, es natural sentirte triste y frustrada, permítete expresar tus emociones para digerir la situación, cada mujer necesita su ritmo.
- Busca el apoyo en tu pareja, amigos o familiares más cercanos.
- Realiza actividades que te generen tranquilidad
- Evita el estrés en la medida de lo posible.
- Mantén una dieta equilibrada
- Realiza ejercicio de manera regular
Contacta con cualquiera de las clínicas de reproducción asistida para que puedan ayudarte con un tratamiento personalizado