Un nuevo estudio publicado en la revista “Journal of clinical investigation” trata de determinar el papel que juega la hormona kisspectina en la estimulación de algunas emociones y respuestas asociadas al sexo y a la reproducción.
Cerca de un 15% de mujeres en España tiene problemas de fertilidad. En muchos casos por causas biológicas asociadas a la edad, disminución de la reserva ovárica, etc. Pero también existen casos de infertilidad asociada con aspectos psicosexuales, muy importantes en el proceso de reproducción.
Es en este ámbito donde incide este nuevo estudio, el cuál propone la utilización de la hormona kisspectina, con efecto afrodisiaco, para la estimulación de las emociones y respuestas implicadas en la reproducción, de forma que pueda ayudar a muchas parejas que tienen problemas para concebir.
¿Cómo actúa la kisspectina?
Esta hormona era conocida inicialmente como “metastina” ya que estaba codificada por un gen con carácter supresor en la metástasis del cáncer de mama y del melanoma humano. En la actualidad son muchas las evidencias que sugieren que el papel de esta hormona sería estimular la producción por el organismo de otras hormonas implicadas en la reproducción como son las gonadotrominas fundamentales en la maduración sexual durante al pubertad y en la producción de gametos (células sexuales).
Este efecto de la kisspeptina fue en el que se centró la investigación, intentando averiguar si la administración de esta hormona podría resultar útil para tratar aspectos psicosexuales asociados a infertilidad.
Para ello diseñaron un experimento contando con la participación de 29 hombres jóvenes heterosexuales que se dividieron en dos grupos, a unos se les inyectaba la hormona y a otros un placebo, tras lo cuál se estudiaba sus respuestas cerebrales a distintos estímulos.
Ta y cómo sugiere Waljit Dhillo, director de la investigación, “nuestros primeros hallazgos, son además de novedosos muy emocionantes dado que sugieren que lal kisspeptina juega un papel en la estimulación de algunas de las emociones y respuestas que conllevan al sexo y a la reproducción. Así nuestro próximo objetivo será evaluar si la kisspeptina puede suponer un tratamiento efectivo para los trastornos psicosexuales y, cuando menos potencialmente, para ayudar al incontable número de parejas que tienen dificultades para concebir”
Pero además, las resonancias magnéticas del cerebro de las personas tratadas con la kisspeptina ,expuestas a imágenes con contenidos emocionalmente negativo. Mostraron una potenciación de la actividad en las estructuras cerebrales que regulaban estas emociones, experimentando una reducción de su estado ánimo negativo. Este hallazgo tiene su importancia ya que sugiere la posibilidad que está hormona también pueda ser útil en el tratamiento de la depresión.