Hablamos de transferencia embrionaria para referirnos al momento del proceso de reproducción asistida en el cual él o la especialista deposita los embriones en el útero de la mujer para su implantación.
La transferencia de embriones puede ser de dos tipos, según el origen de los óvulos. Así hablamos de transferencia en fresco, cuándo los embriones transferidos a la mujer provienen de óvulos producidos en el mismo ciclo en el que se ha realizado la estimulación ovárica, la punción y la fecundación, es decir, no han sido vitrificados previamente.
Hablamos de transferencia en diferido, cuándo los embriones obtenidos tras el proceso de estimulación, punción y fecundación en laboratorio, se congelan para ser transferidos en un ciclo menstrual distinto al que se hizo la estimulación y punción. Estos embriones, conservados a altas temperaturas conservan toda su viabilidad.
La valoración para realizar una u otra transferencia depende del especialista ya que será él o ella, la que deba tomar una decisión dependiendo de la evaluación que haga del endométrio. Si está en buenas condiciones, podrá realizar la transferencia en fresco y , si no lo está, optará por la transferencia en diferido.
Una vez realizada la transferencia, la paciente regresa a su domicilio y espera unos días hasta que se la cita para la prueba de embarazo, en torno a 12 o 15 días después. Un periodo cargado de dudas e incertidumbres que se harán llevaderos siguiendo estos consejos:
- Solo se deberá tomar la medicación recetada por el médico tras la transferencia embrionaria.
- Tras la transferencia, es recomendable un día a día relajado y tranquilo dentro de la normalidad.
- La paciente puede continuar su vida diaria, teniendo cuidado que no debe hacer grandes esfuerzos o una actividad física intensa.
- Se recomiendan beber mucho agua, para que no haya retención de líquidos.
- Procurar un estilo de vida saludable, buena alimentación, controlar el consumo de alcohol o café.
- No mantener relaciones sexuales coitales hasta la prueba de embarazo.
- Es importante que psicológicamente nos tomemos este tiempo de espera con calma, evitando situaciones estresantes que nos causen ansiedad o nerviosismo.
Para finalizar, si durante el periodo de esperar, la paciente percibe molestias continuas como dolor abdominal fuerte, hinchazón, fiebre, etc. Se recomienda llamar al centro y consultar con él o la especialista.