A través de la vasectomía se seccionan y ligan los conductos deferentes del hombre para conseguir que el semen no contenga espermatozoides, esto provoca lo que se conoce como azooespermia.
Los testículos siguen produciendo espermatozoides pero estos no van a ir transportados en el semen por lo que la fecundación del óvulo por el espermatozoide va a ser imposible.
Revertir la vasectomía no es un trámite sencillo, aunque si factible, deshacer una vasectomía para devolver a los conductos deferentes la capacidad de transportar espermatozoides se realiza a través de la vasovasostomía
Los primeros tres años tras la vasectomía la reversión de la intervención suele ser exitosa, aunque esto se reduce a medida que van aumentando los años.
Técnicas de recuperación espermática
A través de la recuperación espermática el urólogo obtiene espermatozoides del testículo o epidídimo en los hombres que no contienen espermatozoides en su eyaculado, para su posterior captación en el laboratorio para que puedan ser utilizados en técnicas de reproducción asistida.
La extracción de tejido testicular es un procedimiento mínimamente invasivo y rápido pero que suele ser molesto para el hombre por eso se realiza con anestesia local combinada con sedación.
Una vez extraídos los espermatozoides son lavados y preparados en el laboratorio para inyectarlos de manera directa en los óvulos mediante una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en un laboratorio de fecundación in Vitro (FIV)
Las principales técnicas de recuperación espermática son:
- Aspiración Percutanea de espermatozoides (PESA)
- Aspiración Microquirúrgica de Espermatozoides (MESA)
- Aspiración Percutánea de Tejido testicular (TESA)
- Extracción Quirúrgica de tejido Testicular (TESE)