Las técnicas de reproducción asistida han evolucionado a pasos agigantados en los últimos años, al mismo ritmo que la demanda de este tipo de procedimientos para lograr un embarazo. En concreto, las técnicas de preservación son muy utilizadas en mujeres que no desean una gestación a corto plazo.
Y es que la fertilidad de la mujer se reduce considerablemente con el paso del tiempo a causa del envejecimiento de los ovarios. Por lo que es más complicado lograr un embarazo, y a la vez existen menos posibilidades de que nazca un bebé sano.
Congelación
Así, la congelación de óvulos es una de las técnicas de preservación más utilizadas durante los últimos años. Consiste en preservar el óvulo a baja temperatura mediante un mecanismo de congelación celular lenta. Entre sus ventajas destaca que ofrece resultados óptimos con los espermatozoides, ya que apenas se altera su calidad.
Vitrificación
La vitrificación se diferencia de la congelación de óvulos en que el proceso de congelación es ultrarrápido de forma que las células se dañan menos. Es decir, impide que se produzcan formaciones de hielo a partir del agua de las células y que, por tanto, puedan resultar dañadas.
Se recomienda vitrificar los óvulos antes de los 35 años, ya que a partir de edad la fertilidad de la mujer comienza a decaer y la calidad de sus óvulos se empieza a resentir.
El precio medio de la vitrificación de óvulos suele estar entre 2.500€ y 4.000€ y la tasa de supervivencia de óvulos y embriones se eleva a casi el 90%.