Con los años se va reduciendo la calidad y cantidad de las células reproductivas de la mujer, con la congelación de los óvulos se permite a la mujer mantener la calidad de los óvulos a lo largo del tiempo.
A partir de los 35 años, podemos hablar de un deterioro de los óvulos que se concreta en:
- Una reducción progresiva de las posibilidades de que si se logra el embarazo nazca un niño sano.
- Un envejecimiento de los ovarios.
Las mujeres a las que se les recomienda congelar los óvulos son:
- Cuando la mujer quiere retrasar la maternidad: la cantidad de óvulos se ve reducido con el paso del tiempo, no solo hablamos de una reducción de la cantidad sino también de la calidad.
- Mujeres oncológicas: la radioterapia o la quimioterapia son muy agresivos y atacan a las células precursoras de los óvulos.
Los motivos por los que la mujer retrasa su maternidad (no por causas médicas) son sociales, personales o laborables.
En nuestro país no existe una edad límite legal para congelar los óvulos, aunque las clínicas de reproducción asistida deben informar a las mujeres de los posibles riesgos derivados de la maternidad a una edad “clínicamente inadecuada”, como recoge la Ley 14/2006, sobre técnicas de reproducción humana asistida.
Sea cual sea el motivo, por la que deseas congelar tus óvulo, estos nos permite preservar los ovocitos propios en edades más fértiles y así asegurar una mayor probabilidad de embarazo en un futuro.
La congelación de óvulos ¿puede afectar de alguna manera al bebé?
La congelación de óvulos no va a influir en el futuro bebé. No hay ninguna diferencia entre los niños nacidos tras un tratamiento de Fecundación in vitro con ovocitos o embriones congelados y los nacidos de un ciclo natural.